viernes, 27 de abril de 2012

RESUMEN CAPITULO 7 Y 8, NORMAN VINCENT


EL PENSADOR POSITIVO SE SOBREPONE AL DESALIENTO.

¿El pensador positivo no se descorazona nunca? Claro que sí.  Es un ser humano, sujeto a las alzas y bajas de los estados de ánimo; pero no se mantiene descorazonado porque ha aprendido a manejar ese sentimiento.

Usted debe estudiar técnicas prácticas y eficaces de aceleración espiritual.  Esta es la recomendación anti desánimo número uno: usted tiene que querer realmente vencer el desaliento. 

     El desaliento es una especie de refugio donde podemos escapar de la realidad y condolernos de nosotros mismos.   Por esto la persona semiderrotada, el pensador seminegativo no quiere en el fondo soltar la muleta del desaliento ya que sin ella pierde su mecanismo de escape de un mundo competitivo.

Domine sus pensamientos.  Usted puede hacer de ellos lo que quiera.  Cuando usted quiere acabar con el desaliento, cuando con toda, pero con toda la mente y con todo el corazón y toda el alma quiere definitiva y absolutamente echarlo fuera de su vida, entonces se encuentra en el camino de la victoria.  Cuando lo quiera con voluntad firme, puede enfrentarse a sus pensamientos en lugar de dejarse dominar por ellos, usted tiene que ser amo de sus pensamientos. Enseñorearse de su vida como lo autorizó Dios, ésta es la recomendación número uno contra el desaliento.

Una segunda técnica es utilizar el silencio.  El plan consiste en dedicar todos los días diez minutos a procesos de pensamiento cuidadosamente seleccionados. 

Hacerse oír de alguien.  Esto le ayuda a volver a una actitud normal.  Cuando se le acumule el desaliento y amanece aplastarle el espíritu y frustrar su actitud positiva, busque alguna persona comprensiva que quiera escucharlo en forma creativa.  Arroje fuera toda esa masa de pensamientos sombríos que ha ido acumulando.  Para poder funcionar bien, la mente tiene que libertarse de la carga de pensamientos negativos, inclusive el desaliento.

Cuando al pensador positivo se le presenta un problema aparentemente difícil, no se asusta; ciertamente no lo descorazona ninguna falta de capacidad para manejarlo, sino que, por el contrario, le hace frente, cree que puede contener sorprendentes y grandes valores, y humildemente sabe que él posee la capacidad de extraer esos valores.  Los problemas forman a los hombres, forman a las mujeres, forman la vida.

Cuatro ideas que me hay ayudado a lograr una victoria permanente sobre el desaliento:

1.      No instruir jamás un auto acusatorio contra sí mismo.

2.      Amar a Dios y amar al prójimo.  Olvidarse de sí mismo.

3.      Pensar en grande; orar, crecer, actuar y amar en grande; ser grande en todo.

4.      Tener fe.  Creer en Dios, en la gente, en el futuro.  Creer en sí mismo.

¡Después de cada fracaso hay que buscar un éxito!



CAPITULO 8.

SUPRIMA EL HÁBITO DE LA PALABRA NEGATIVA.

Los pensadores positivos suprimen toda palabra o expresión negativa que les estorba para su crecimiento y desarrollo personal, tales como el sí incondicional, el no se puede, el imposible.   Sencillamente las arrojan fuera de su vocabulario y de su pensamiento.

Una palabra negativa es símbolo de un concepto negativo que puede ser perjudicial.  Dejar de usarla es de superior importancia.  En efecto, hasta vale la pena llegar al extremo de enterrar esas palabras generadoras de fracaso.

Los pensamientos, ideas y conceptos que se alojan en nuestra mente producen actitudes y creencias, y éstas a su vez determinan si triunfaremos o fracasaremos.  Esa actitud de “si yo hubiera” es una versión desconsoladora y totalmente ineficaz hacia algo que ya pasó.

El pensador positivo si comete un error, si no hace lo que debiera haber hecho, o hace lo que no debiera haber hecho, le vuelve la espalda a lo pasado y dice simplemente: “La próxima vez tendré mejor juicio”-  Pensar en “la próxima vez” significa seguir adelante con la decisión de hacer las cosas mejor.  No piense en lo que debiera haber hecho porque eso tiene relación al pasado –con las equivocaciones, los errores, las pérdidas, los malos cálculos, situaciones sobre las cuales ya no puede usted hacer absolutamente nada.

     Recuerde la historia de Mordecai Brown, uno de los más grandes lanzadores de las grandes ligas de beisbol en su tiempo.  Sus padres eran muy pobres, pero en realidad eso no les importaba nada.  El hijo soñaba con llegar a ser un gran lanzador en las grandes ligas y desde temprana edad mostró indiscutibles disposiciones.  Trabajaba en la granja para contribuir al sostenimiento de la familia, como tantos otros chicos de su época, pero un día una máquina le agarró una mano; perdió más de la mitad del índice de la mano derecha, y el dedo siguiente le quedó muy magullado.

Un pensador negativo se habría lamentado diciendo “Ya no podré jamás ser lanzador de pelota. ¡Si no me hubiera ocurrido ese accidente!  Pero con esta mano lastimada no puede lanzar la pelota.  ¡Adiós sueños! Es imposible”.  Pero este muchacho no pensaba ni hablaba así.   Aceptó su suerte y se las arregló lo mejor posible con su mano lastimada; hasta aprendió a lanzar la pelota con los dedos que le quedaban buenos, y después de un tiempo lo aceptaron como jugador de tercera base en un equipo local.

     Un día el director del equipo se encontraba precisamente detrás del jugador de primera base cuando Mordecai lanzó desde tercera y se quedó admirado de ver el magnífico efecto que el muchacho le imprimía a la pelota, que iba girando en el aire directa al guante del jugador de la primera base.  “Mordecai –le dijo con entusiasmo-, eres un lanzador nato.  Tienes velocidad y control, y con esa pelota girando en esa forma, ningún bateador logrará más que pegarle al aire”.

Este joven lanzaba la pelota de tal forma, que venía rapidísima, bailando, volteando, girando, subiendo y bajando, deslizándose directamente sobre la base del bateador.  Los bateadores se desconcertaban por completo.  Pues él sacaba a todos, uno tras otro.  El total de strikeouts que hizo fue impresionante, lo mismo que el número de juegos que ganó.  Llegó a ser uno de los grandes lanzadores del béisbol norteamericano.

    ¿Cómo realizó este muchacho la hazaña de convertir un desastre en triunfo?  Con su mano lastimada, con ese índice recortado y ese otro dedo deforme le imprimía a la pelota ese efecto extraordinario que la hacía girar en forma tan sorprendente.  El creyó que podía aprovechar lo que tenía y hacer algo con ello.

Cuando Mordecai sufrió el accidente de la mano, él tampoco era una persona superior.  Lo cierto es que todos poseemos más cualidades de lo que suponemos.  Afirme estas palabras positivas: La próxima vez, sí se puede, sí es posible, y haga lo que hacen todos los buenos pensadores positivos, que es arrojar fuera aquello de “Si yo hubiera hecho esto o lo otro”... “No se puede”… “No es posible”.

Cualquier hábito viejo y arraigado se puede extirpar y reemplazar con un sano patrón mental si hace lo siguiente:

1)      Desee que ese cambio ocurra.  Una gran intensidad del deseo es el primer requisito; no puede ser un deseo a medias.

2)      Sepa específicamente en qué forma quiere cambiar.  En su caso, usted quiere adoptar un patrón mental de éxito.

3)      Fije un tiempo exacto para empezar el proceso de eliminación del patrón de fracaso, lo mismo que el tiempo en que espera que quede establecido el patrón de éxito.

4)      Empiece inmediatamente a visualizarse o imaginarse a usted misma tal como quiere ser.  Véase como si ya hubiera abandonado su viejo patrón de fracaso y hubiera adoptado en cambio un patrón vital y dinámico de éxito. 

5)      Empiece inmediatamente a practicar el principio del “como sí”.  Si desea ser algo que no es, actúe como si lo fuera, como si poseyera las cualidades deseadas, y si persevera en ello, al fin adquirirá esas cualidades.

Si adoptamos ideas erróneas, también podemos desecharlas.  Si desarrollamos patrones erróneos de pensamiento, en nuestra mano esta, si queremos, abandonarlos también.  Y si nos motiva una voluntad firme, podemos adoptar un estilo de vida nuevo, más positivo.

¡Ama la vida y haz de ella algo maravilloso todos los días!






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